
Todo se acabó, al menos en este lugar.
Y volverás a ser como siempre.
Hemos respetado lo que tu querías y volverás a Pinilla.
Estarás allí para siempre, allí y en mi corazón, porque nadie, jamás, desaparece si no se le olvida.
Ahora me queda llorarte, abuela, pensarte...sola y en silencio, razonar y ver que ahora si estás bien, aprender de esto.
Como decían los cátaros, "el buey solo, bien se lame", uno mismo es como mejor se tranquiliza, razona y piensa, solo, con calma.
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