martes, 22 de junio de 2010


Todo se acabó, al menos en este lugar.

Y volverás a ser como siempre.
Hemos respetado lo que tu querías y volverás a Pinilla.
Estarás allí para siempre, allí y en mi corazón, porque nadie, jamás, desaparece si no se le olvida.

Ahora me queda llorarte, abuela, pensarte...sola y en silencio, razonar y ver que ahora si estás bien, aprender de esto.

Como decían los cátaros, "el buey solo, bien se lame", uno mismo es como mejor se tranquiliza, razona y piensa, solo, con calma.


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