Esther, Esther...

Una simple palabra en un mal momento, una frase dicha en la peor hora del día, una mala cara, un suspiro de esos que hacen que te arda el pecho....

Un comentario ofensivo, de los que hacen que tu respuesta sea una bofetada inmediata con la mano abierta...

Ese tipo de personas que son capaces de echarte de su despacho de mala manera y gritando, simplemente porque no les gustó lo que dijiste.....

Me imagino que te gustaría arrancarles la cabeza de cuajo, seguido de unos cuantos insultos más, créeme, te entiendo perfectamente.

Pero querida "amiga-compi", tienes que controlar ese impulso y aguantar con entereza, seguramente la otra persona termine perdiendo los papeles, y ahí es cuando tu lo tienes todo ganado.

Cuesta mucho, sí, yo no lo llego a controlar todavía. Me da, que las dos tenemos (hablando vulgarmente) muy mala ostia cuando nos encienden, o me equivoco?....

Los favoritismos..buf!, imagínate el tipo de persona que será haciendo esas diferencias tan grandes, dejando a la gente por los suelos sin compasión, delante de tantas personas.

También cometeremos el error de callarnos, porque a veces un buen "anda y vete a la mierda!", no viene nada mal, pero claro, eso lo pensamos cuando ya estamos en casa.

Solo una cosa.

Ni se te ocurra llorar!, hasta las lágrimas son demasiado valiosas para gente de esa índole.

(además, me lo pegas!)

Con lo que hay suelto por el mundo!....

Como dice "la mamma": "asín que ya lo sabes".