miércoles, 27 de abril de 2011

Otra vez


No puedo evitarlo.

No puedo parar de pensar en ti.

Y paseando a mi perro por esta calle, donde acaban las farolas y el asfalto, imagino que apareces de repente, con tu sonrisa.
Y tu mirada cómplice.





Esa que me dice tantas cosas sin que tengas que pronunciar ni una sola palabra.

Rodeándome la cintura y haciéndome sentir escalofrios al tocar mi piel.
Y escuchar tu silencio.

¿Qué quieres de mi?, si al verte me bloqueas, me sale esta estúpida sonrisa y tengo que bajar la mirada al sentir tus ojos...


Me falta tu respiración por las noches, tu atención al despertarme y quedarnos hasta las tantas tumbados...


1 comentario:

  1. esta asturiana sin esperar ser molestia se queda en tu morada, impregnada de bellisimas y sensibles letras, un besin muy grande.

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