La bestia......Mi bestia....

Todavía mantengo tu delicioso olor en mis manos...en mi pecho....

Creo que lo tengo en cada rincón de mí.

Esta habitación está impregnada de ti.

Inspiro hasta conseguir que llegue a mis entrañas, intentando de alguna manera, que se vuelva infinito.

Cierro los ojos, parece que estás aquí, tumbado a mi lado, rodeándome con tus brazos y respirando en mi nuca.

Quiero tenerte.

Tenerte solo para mí.

¿Realmente pido tanto?

Eres el dueño de mi alma, haz con ella lo que te plazca.

Tal vez así pueda descansar eternamente.

Dueño de mis pensamientos.

Dueño de mis deseos.

Necesito sentirte otra vez.

Quiero ver resurgir a la bestia, estando dentro de mí.

Quiero sentir esa furia.

Furia con pinceladas de ternura....

He tenido que descorchar mi mejor botella de vino para compensar tu ausencia.

Mientras lo saboreo, te pienso.

Aquel movimiento rítmico y a la vez frenético de tus caderas, tu voz...., tus ojos clavados en mí.

Mis gritos ahogados, descontrolados.

Entrando en mí, me llevas poco a poco hacia la locura.

Cada noche, nuestro fantástico encuentro, desaparece la distancia, y nuestros distintos mundos se funden en uno.

Quédate conmigo.